Análisis corporal completo: Antes de iniciar, realizamos una evaluación de postura, movilidad, fuerza y patrones de movimiento. Identificación de objetivos: Adaptamos las sesiones según las metas del alumno, ya sea mejorar la postura, aliviar dolores, ganar fuerza o aumentar la flexibilidad.
Comprensión del cuerpo humano: Los instructores aplican su conocimiento en anatomía funcional para corregir desequilibrios musculares y prevenir lesiones. Adaptación inteligente de ejercicios: Cada ejercicio es ajustado para trabajar grupos musculares específicos y respetar las limitaciones individuales. Foco en cadenas musculares: Promovemos la activación de cadenas musculares y estabilizadores profundos, esenciales para el equilibrio y la alineación.
Progresión gradual: Diseñamos rutinas progresivas para que el alumno avance de manera segura y efectiva. Variedad en ejercicios: Incorporamos tanto ejercicios clásicos de Pilates como movimientos adaptados a necesidades específicas. Uso de accesorios: Implementamos elementos como pelotas, bandas elásticas y reformers para optimizar el entrenamiento.
Atención al detalle: Los instructores observan y corrigen la ejecución de cada movimiento, garantizando que se realicen con precisión. Feedback en tiempo real: Ofrecemos indicaciones claras para ajustar postura, respiración y control durante la sesión.
Trabajo consciente: Enseñamos a los alumnos a conectar la mente con el cuerpo para maximizar los beneficios de cada ejercicio. Incorporación de la respiración: El control respiratorio se integra en cada movimiento, mejorando la oxigenación y la estabilidad. Prevención de lesiones: Nos enfocamos en ejercicios que fortalecen las áreas vulnerables y corrigen patrones de movimiento incorrectos.